Bárbaro Rivas: arte ingenuo venezolano

Bárbaro Rivas, es uno de los artistas más representativos del arte ingenuo venezolano. A pesar de vivir una vida marcada por la pobreza y el aislamiento, su talento y visión artística lo llevaron a ser reconocido tanto en Venezuela como en el extranjero. Su obra, profundamente influenciada por su entorno y sus creencias religiosas, plasmó escenas cotidianas y bíblicas con una autenticidad única.

En este artículo, exploraremos la vida y el legado de este pintor, cuyo arte sigue siendo un testimonio conmovedor de su tiempo y lugar.

✍️ Aquí encontrarás...
  1. Bárbaro Rivas: Vida y primeros Años
  2. Descubrimiento y camino a la fama
  3. Reconocimiento internacional y exhibiciones
  4. La Amarga Gloria: Los últimos años de Bárbaro Rivas
  5. La Obra de Bárbaro Rivas
  6. Resumen

Bárbaro Rivas: Vida y primeros Años

Bárbaro Rivas nació el 4 de diciembre de 1893 en el barrio de Caruto, en Petare. Fue hijo ilegítimo de Prudencio García, compositor y director de bandas musicales, y de Carmela Rivas. Durante su infancia, estuvo bajo el cuidado de su madre y de Daniela, una mujer de fuertes creencias cristianas, quien luego se casó con su padre y lo introdujo en la lectura de la Biblia. Dos eventos marcaron profundamente su niñez: el terremoto de 1900 y el paso del Cometa Halley en 1910, que luego influirían en su obra artística.

En 1925, su vida sufrió un cambio radical tras la muerte de su madre. Sus hermanos tomaron caminos separados y Bárbaro se encontró solo. Se mudó a una humilde vivienda cerca de la Capilla de El Calvario, experimentando un colapso emocional que lo aisló de la comunidad. Para sobrevivir, realizó diversos oficios como peón del Ferrocarril Central, albañil, constructor de grutas para vírgenes y cruces, y pintor de brocha gorda, lo que despertó su interés por la pintura. Sin embargo, su vida inestable y su inclinación al alcohol lo llevaron a la indigencia, convirtiéndose en una figura popular de Petare.

Descubrimiento y camino a la fama

En 1949, la vida de Bárbaro Rivas cambió cuando el crítico de arte Francisco Da Antonio descubrió una impresionante escena de Jesús con los Apóstoles pintada en una bolsa de papel que Bárbaro usaba para repartir encargos en la bodega La Minita. A partir de ese momento, su obra comenzó a ganar reconocimiento. Participó en exposiciones colectivas en Maracay y Caracas, incluyendo el Salón Planchart y los Salones Oficiales de 1953 y 1954. A pesar del creciente interés en su trabajo, Rivas permanecía como un enigma, ya que sus obras eran enviadas por Da Antonio, lo que generaba dudas sobre la autenticidad del "ingenuo de Petare".

El 23 de febrero de 1956, Bárbaro Rivas fue presentado oficialmente a la prensa durante la exposición “Siete pintores espontáneos y primitivos de Petare”, organizada por Da Antonio. Ese mismo año, ganó el Premio Arístides Rojas en el XVII Salón Oficial con su obra Barrio de Caruto, y en 1960 obtuvo el premio por segunda vez con El Ferrocarril de La Guaira. En 1963, ganó el Premio Federico Brandt con El Arresto de Escalona.

Reconocimiento internacional y exhibiciones

Bárbaro Rivas también alcanzó reconocimiento internacional. En 1957, ganó la Mención Honorífica en la IV Bienal de Sao Paulo y, en 1962, participó en la exposición “Naives Painters of Latin America” en la Duke University of Durham, Estados Unidos. Sus obras llegaron a Nueva York en 1966, donde fueron exhibidas en el Museo Guggenheim como parte de la muestra “Evaluación de la Pintura Latinoamericana. Años 60”. Por primera vez, un artista popular venezolano alcanzaba tal nivel de reconocimiento en el extranjero.

La Amarga Gloria: Los últimos años de Bárbaro Rivas

Desafortunadamente, la fama trajo consigo engaños y abusos. En 1961, apareció un personaje conocido como “El Alemán”, quien explotó la generosidad de Rivas. Aprovechando su analfabetismo y debilidad, le pagaba con alcohol para que produjera más obras. La casa de Bárbaro se convirtió en refugio de alcohólicos, mientras su salud y situación se deterioraban rápidamente.

El cronista de Petare, Lorenzo Vargas Mendoza, describió su triste situación: “Vivía en condiciones infrahumanas, abandonado, y sin alicientes para mejorar su vida”. Rivas, víctima del alcoholismo y la pobreza, murió el 12 de marzo de 1967 en el Hospital Pérez de León de Petare. Fue velado en la Sociedad Maraury.

La Obra de Bárbaro Rivas

Bárbaro Rivas plasmó en su obra los paisajes y eventos cotidianos de Petare, transformando su entorno en escenarios donde narraba episodios bíblicos o costumbristas. Como otros artistas ingenuos, no distinguía entre su vida y su arte. Sus obras reflejaban sus experiencias personales y su visión del mundo, afirmando que las imágenes que pintaba se le revelaban en sueños para “ilustrar o esclarecer las dudas del cristiano”.

Rivas es considerado el más destacado representante del arte ingenuo venezolano, con una obra que trasciende lo artístico para transmitir mensajes espirituales y sociales. Su habilidad para convertir lo cotidiano en algo sublime lo sitúa entre los grandes de la pintura popular, similar a artistas como Armando Reverón o Vincent Van Gogh.

Resumen

Bárbaro Rivas, el pintor de Petare, vivió una vida marcada por el sufrimiento y el arte. Desde sus humildes comienzos hasta su reconocimiento internacional, su legado sigue siendo un referente del arte popular venezolano. Su obra, impregnada de espiritualidad y sencillez, continúa inspirando y cautivando a quienes descubren la profundidad de su visión artística.

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